31 Minutos es un programa chileno emitido originalmente por la Televisión Nacional de Chile, en 2003. Llegó a toda Latinoamérica por medio de Nickelodeon durante el auge de la televisión chilena infantil en el año 2004, y se emitió hasta el año 2007.
Cuando lo vi por primera vez tenía entre cuatro y cinco años, y la última vez que lo vi tenía ocho años.
Lo veía en la casa de mis abuelos por las tardes, donde me dejaba mi papá después de recogerme del colegio, y crecí con esa magia que transmitían las canciones del Top cinco ficticio que cerraba el programa.
Fue muy importante para mí, porque fue la primera vez que como niño, consumí un producto que no buscaba ser políticamente correcto, que no quería venderme un producto, que no quería acercarse a la gente de mi edad. Fue la primera vez que vi un producto audiovisual auténtico, en el que escuché chistes tan bien armados e inteligentes que no tenían que recurrir a lo escatológico o a la risa fácil. Era un programa que no buscaba hacer reír a los niños, sino hacerlos pensar y que con su propio razonamiento terminaran riéndose de lo que se acababa de decir.
Marcó mi infancia de una forma tan bonita como lo hicieron otros programas que buscaban lo mismo, pero que eran estadounidenses o europeos, como lo puede ser Bob Esponja.
Transmitía algo tan especial que rompía barreras y le gustaba también a mis hermanas, que son siete y doce años mayores que yo. Estaba tan bien hecho que a pesar de ser muy orgulloso de su cultura y del mundo chileno, de tener un acento gaucho tan marcado, era supremamente universal y en cualquier parte de Latinoamérica triunfaba, logrando que términos como "Calcetín con rombos - man", o canciones como "Me cortaron mal el pelo", "Mi muñeca me habló", o "Le quité las rueditas a mi bicicleta", sean parte de la jerga común latinoamericana, mi mamá los recuerda cada tanto y conozco varias personas que los han mencionado en frente mío.
Es un programa infantil que no trata a los niños como estúpidos y los hacía pensar, y marcó mucho mi crecimiento, mi sentido del humor y mi sentido crítico frente a la televisión.